En la entrega anterior te compartía los beneficios que puede aportar un ejercicio tan sencillo como autodefinir claramente las funciones de cada persona en tu organización.
Pero una persona no solo ejerce acciones dentro de una empresa, si no que también ejerce roles.
En esta entrega os comparto como entiendo yo los roles y por qué en las empresas que aplican la autogestión es interesante percibirlos y explicitarlos.
Los roles tienen que ver más con la personalidad natural de cada colaborador. Con su carácter o tendencia a relacionarse con los demás o su forma de hacer las cosas.
Esto también sucede siempre y sin excepción implícitamente, pero no explícitamente.
Lo cual es claramente una pérdida de información interesantísima para la organización porque ayuda a descubrir y potenciar los recursos naturales de las personas. Es en su despliegue donde aparece siempre la mayor satisfacción personal.
Por ejemplo:
-El que tiene habilidades sociales y habla con todo el mundo. Entonces tiene una visión periférica que puede ayudar a vincular a los compañer@s, decirle a alguien donde puede encontrar algo o ayudar a comprender mejor algo que está sucediendo.
-O el que es optimista por naturaleza y genera siempre cierto estado de ánimo a su alrededor, o a la inversa.
-O el que es más introvertido y por ello suele ser muy observador y siempre nos puede aportar un análisis supersorprendente y rico si le facilitamos un espacio tranquilo para expresarse.
Hay bastantes y variados estudios sobre roles en los ámbitos organizacionales.
A mí me gusta especialmente el desarrollo que propone TejeRedes con su analogía de animalitos.
Así podemos entender que el rol del león apunta a un liderazgo más expresivo y extrovertido y sin embargo, el oso también es líder pero de un estilo más social y cercano.
-O está la hormiga que siempre trabaja mejor en compañía. O la araña que lo que se le da bien es generar redes entre las personas o proyectos.
-O la abeja, que poliniza en el interior de la empresa aquellos recursos que encuentra fuera, porque siempre está buscando.
-O el imprescindible zorro, que es el que ve las oportunidades de negocio y las sabe aprovechar.
Cualquiera de estos roles tiene 2 versiones:
- La versión consciente y colaborativa que promueve la Autogestión TeaL
- O la versión inconsciente y no colaborativa que se suele dar en la empresa tradicional
Este ejercicio de autodefinición de los roles y posterior puesta en común en equipo es divertido, clarificador, genera cohesión y ayuda mucho a conocer y potenciar el aporte natural de cada un@.
En algunas empresas con las que he trabajado los roles ha sido una toma de consciencia que ha permanecido en el tiempo y que usan de manera práctica para definir los aportes de las personas, tipo: «claro, es que es hormiga y le gusta más trabajar en el back o necesitaríamos de un oso o león para desarrollar este proyecto, etc»
Enlazando con la propuesta que os hice en el artículo anterior sobre definir funciones, podéis diseñar un ejercicio conjunto para clarificar las funciones y los roles simultáneamente.
Las personas tienen menos dificultad en autodefinirse en las funciones que en los roles, que necesitan de mayor explicación.
Tienes muchas ideas, de como hacerlo, en la web de Tejeredes como en la de Estructuras Liberadoras.
No tienes excusa. Prueba!. Invierte un par de horas, no más.
Piensa en cuanto tiempo gastas absurdamente en mil cosas que finalmente no sirven para nada.
E invierte algo más de tiempo en conocer a tus compañeros y compañeras y ayudarles a conocerse a sí mismas.
Si no es más habitual este tipo de prácticas en las empresas es por puro desconocimiento. Cuando se extienda la experimentación de las ventajas cuantitativas y cualitativas que este estilo de management aporta, no habrá duda de en donde o para que invertir tiempo en la empresa.
Quedan pocas entregas de este monográfico sobre Autogestión.